Con tiempo poco claro, nos decidimos a subir a la Sierra del Caillo, desde la payoya localidad de Villaluenga del Rosario. Nos cayeron chuzos de punta en forma de agua nieve, aderezados con viento gélido del Noroeste, pero vimos orquídeas, buitres, cabras, mulas, humanos (uno de ellos sin un miembro superior), cerdos ibéricos, perros canelos y acuosos ( también llamados de aguas), gigantes quejigos y apabullantes encinas centenarias con forma de cara cervuna. No se puede perdir más.
En la foto de la derecha no aparecen los machos adultos, ya que estaban buscando entre las piedras, una que llaman filosofal.